Las energías renovables parecen ir ganando terreno a la quema de combustibles para obtener energía. Cada vez, existen mejores baterías y con precios más asequibles para poder incorporarlas al mercado como fuentes de energía eficaces, competentes y sobre todo, sostenibles. Los consumidores y empresas, enfocan su foco de interés en la electricidad proveniente de fuentes limpias, como la energía solar, y esto, hace imperativa la creación de sistemas de almacenamiento de energía a gran escala.
Almacenamiento de energía a gran escala, una oportunidad para el medioambiente
El almacenamiento en baterías podría ser la solución que muchos buscan, empresas como Iberdrola o Tesla, ya apuestan por el potencial de los sistemas de batería de litio para garantizar un flujo de energía sostenible y estable. Uno de los pioneros en estos sistemas, así como en el sector de los coches eléctricos, es Tesla, esta empresa construyó la batería de litio más grande del mundo, esta se encuentra en Hornsdale (Australia). Esta instalación supuso un ahorro de casi 40 millones de dólares en su primer año de funcionamiento, teniendo un impacto mucho menor al de las energías tradicionales de la zona. Además, garantizó un flujo de energía estable durante su funcionamiento, algo novedoso que podría poner al mundo un paso más cerca del uso generalizado de las energías sostenibles.
Una de las problemáticas que más preocupan a los expertos sobre el uso de las energías renovables es que son fuentes de energía intermitentes que no siempre están disponibles para seguir proporcionando energía. Por ello, las empresas apuestan por el almacenamiento de energía a gran escala con baterías, así la energía puede almacenarse y ofrecer un flujo más continuo de la misma, sin depender tan directamente de las condiciones medioambientales que puedan interferir en el funcionamiento de las energías renovables.
Se podría entender como una gasolinera, de la misma manera que las energías tradicionales requieren de un almacenamiento de combustible para que la población siempre lo tenga disponible. En el caso de la energía renovable, se espera crear sistemas masivos de almacenamiento de electricidad para poder distribuir la misma a los diferentes puntos de carga de las ciudades. Esto podría empezar a ser una realidad en los próximos años, más teniendo en cuenta las diferentes normativas que los países han impulsado para promover el uso de vehículos eléctricos en carretera.
Para que estos sistemas de almacenamiento de energía a gran escala puedan llegar a abastecer a grandes poblaciones, se requiere de la creación de una red de baterías de gran potencia y resistencia. Para poder satisfacer las demandas de energía de Hornsdale, Tesla diseñó y creó una nueva batería específicamente pensada para proyectos a gran escala: la batería Megapack.
Este pionero diseño podría facilitar la complejidad que supone el almacenamiento de la energía a gran escala, tiene una instalación sencilla y la conexión que ofrece con los sistemas de suministro es intuitiva. Cada Megapack viene totalmente montado y cuenta con 3 MWh de almacenamiento y una capacidad de 1,5 MW de capacidad de inversor. Gracias a su sistema de construcción y funcionamiento, estos sistemas masivos pueden instalarse de manera rápida, se estima que Tesla puede implementar una planta de energía sostenible con emisiones de 250 MW, 1 GWh en menos de tres meses, es decir, cuatro veces más rápido que en caso de una planta que funcione con energías tradiciones de combustibles fósiles.
Un sistema en desarrollo para implementar a gran escala
El uso de baterías potentes, recargables y que no tengan un coste de instalación demasiado algo, es una de las tecnologías más adecuadas para reorientar el gasto de recursos disponibles para poder obtener la energía necesaria de las energías verdes. Estas instalaciones, también tendrían un impacto en el medio ambiente, se necesitan espacios para poder instalar esas plantas y los países tendrían que hacer frente a los costes de instalación. No obstante, la energía resultante sería limpia y acabaría aportando beneficios tanto en el ámbito de la sostenibilidad, como en el económico. En el primer año de instalación de este sistema de almacenamiento de energía de Tesla en Australia, ya se contabilizó un ahorro de más de casi 40 millones de euros, pues su sistema de ingeniería optimiza las baterías para que estas controlen el flujo de la energía, ahorrando electricidad con su funcionamiento.
Ante el gran avance que esto suponía, Tesla también diseño su propio software para poder monitorear, controlar y monetizar sus instalaciones, sin tener que requerir de grandes logísticas para poder llevar un buen control del funcionamiento de los Megapacks instalados en la zona. Todos los Megapacks se conectan a Powerhub, una plataforma de monitoreo y control para proyectos de servicios públicos a gran escala, desde allí se puede controlar el correcto funcionamiento de toda la planta y corregir posibles errores cuando surjan. También, pueden integrarse con Autobidder, una plataforma de aprendizaje automático de Tesla que potencia las mejoras continuas del sistema de almacenamiento de energía con actualizaciones de software a medida para optimizar las necesidades energéticas de la planta.
A medida que los gobiernos y las empresas apuestan por las energías renovables para el futuro, más soluciones aparecen en el mercado y más perfiladas se encuentran. Sin duda, vienen años de transición e investigación para crear sistemas de almacenamiento de energía más sostenibles, eficaces e intuitivos. Pero las primeras pruebas de empresas como Tesla o como Iberdrola, que instaló en Irlanda su primer sistema de baterías a escala comercial en el mundo, son de lo más prometedoras.
Tesla, ya ofrece información para comercializar su nueva tecnología de baterías y es que, el sistema que incorpora es de lo más pionero en el mercado energético actual. Si otras empresas apostarán por incorporar sistemas ya creados o si investigarán sistemas propios adaptados sus necesidades, aún está por ver, pero parece que estos primeros pasos serán claves para poder ahorrar energía y conseguir que esta sea más sostenible en un futuro, reduciendo el impacto del consumo a nivel mundial.