Los aparcamientos deberán tener puntos de recarga de coches eléctricos a partir del 2023
Se estima que, para el año 2030, España contará con unos 5 millones de vehículos eléctricos, incluyendo turismos, motos, camiones ligeros y autobuses. Sin embargo, hasta la fecha apenas hay unos 15.000 puntos de recarga públicos en todo el país, lo que nos hace avizorar un claro problema de cobertura en los próximos años.
Para tener una idea más clara, la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive) asegura que se necesitarán hasta 340.000 puntos de recarga para cubrir la demanda de coches eléctricos en el futuro. Ante esta situación, ¿qué avances hemos visto a nivel de normativa?
Nuevas reglas de juego
El objetivo a corto plazo es muy claro. Colocar 100.000 puntos de recarga públicos para el año 2023. Para ese propósito, el Real Decreto-ley 29/2021 -aprobado por el Consejo de Ministros a finales de diciembre- dispone que todos los edificios de uso no residencial privado deberán contar con puntos de recarga eléctrica antes del 1 de enero del próximo año.
Según la nueva normativa, aquellos edificios no residenciales privados y los parkings no adscritos a edificios tendrán que instalar puntos de recarga para coches eléctricos, siempre que tengan más de 20 plazas de aparcamiento.
Se ha dispuesto la instalación de un punto de recarga por cada 40 plazas o fracción, con un máximo de 1.000 plazas. En el caso de los edificios gubernamentales, habrá un punto de recarga cada 20 plazas de aparcamiento, hasta 500 plazas.
Después de superar el máximo de plazas establecidas, se instalará una estación de recarga por cada 100 plazas adicionales, tanto en los parkings de edificios públicos como privados.
La aprobación del real decreto irá de la mano de la adopción de medidas para que los nuevos edificios tengan la infraestructura adecuada para instalar puntos de recarga eléctricos. Ello requerirá la modificación del Código Técnico de la Edificación, para lo cual se esperan novedades en los próximos meses.
Incentivos y bonificaciones
Para poder cumplir con la meta trazada al 2023, el Gobierno ha establecido algunos incentivos que permitirán agilizar la instalación de puntos de recarga. Por ejemplo, no es necesario solicitar licencia de obras, de funcionamiento o de actividad, ya sea de carácter medioambiental o similares. Solo será necesario presentar una declaración responsable del titular.
También estará permitido colocar estaciones de recarga en zonas adyacentes a las carreteras estatales, con la vista puesta en una instalación masiva antes de culminar el año.
Por otro lado, las distribuidoras de electricidad estarán sujetas a un régimen sancionador, que regirá en el caso de que no faciliten información sobre condiciones técnicas y económicas para la instalación de puntos en los plazos correspondientes.
A todo ello se suma una serie de bonificaciones fiscales para promover la instalación de nueva infraestructura. En ese sentido, los ayuntamientos podrán descontar hasta el 50% del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y de la Cuota Municipal en locales afectos a actividad económica, así como el 90% del Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO).
En relación a las reducciones fiscales sobre la electricidad y los descuentos aplicados sobre el bono social, el real decreto señala que todas las medidas continuarán en vigencia.
Según el documento, las medidas fiscales se extienden durante los cuatro primeros meses del año. Así, el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) seguirá siendo de 10% en la factura eléctrica de quienes tengan hasta 10 kW de potencia contratada. Esta medida será válida solo si el precio promedio mensual del mercado mayorista supera los 45 euros/MWh el mes anterior.
El Impuesto Especial sobre la Electricidad (IEE) se situará en 0,5% hasta el 30 de abril, mientras que el Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica (IVPEE), que asciende a 7%, continuará suspendido hasta el 31 de marzo.
Fomento del autoconsumo
El nuevo proyecto aprobado por el Consejo de Ministros también incluye un apartado para la instalación de sistemas de autoconsumo. La norma dice, entre otras cosas, que los proyectos menores de 100 kW no necesitan presentar garantías económicas para poder tramitarse.
Por su parte, las empresas distribuidoras tendrán que implementar canales de comunicación abiertos al público. Ello incluye el suministro de una línea telefónica gratuita y un e-mail, que servirán para resolver consultas y obtener datos sobre los expedientes de acceso a la red de instalaciones de autoconsumo.
A partir de ahora también será posible gestionar el autoconsumo compartido utilizando la red de alta tensión (antes solo se permitía en baja tensión). La medida es un complemento de la nueva Hoja de Ruta del Autoconsumo aprobada por el Gobierno, cuyo objetivo es conseguir instalaciones con una potencia de 14 GW para el año 2030.
¿Quiénes participarán en el proceso de recarga?
Para una mejor regulación de los servicios de recarga de coches eléctricos, el Gobierno aprobó en marzo un real decreto que designa responsabilidades y ofrece protección a los usuarios, a medida que se implementan nuevos puntos de recarga públicos.
Básicamente, se han creado dos figuras jurídicas: el operador del punto de recarga y el proveedor de servicios. El primero se encargará de administrar las estaciones de recarga, mientras que el segundo actuará como intermediario entre los operadores y los conductores de coches eléctricos.
Tanto el operador como el proveedor tienen la obligación de informar sobre el origen de la electricidad suministrada y contar con un servicio de atención al cliente para resolver cualquier incidencia.
También deberán entregar a las autoridades información relacionada a las estaciones, como su localización, rango de precios, entre otras características. El objetivo es cumplir con otra gran tarea pendiente, poner a disposición del público un mapa oficial de puntos de recarga.
Las energías renovables están desplazando paulatinamente a los combustibles fósiles, y se prevé que cubran casi las tres cuartas partes de la demanda eléctrica en el 2030. Para entonces, es fundamental contar con un nuevo sistema eléctrico. Uno que se multidireccional, flexible y con redes de distribución digitalizadas.